
Zafarrancho de combate. Google ha dado un giro histórico a la forma de buscar en Internet con la introducción de su Modo IA en el buscador. Tras casi tres décadas dominadas por la clásica lista de enlaces azules, la compañía está integrando la inteligencia artificial generativa para ofrecer respuestas directas y detalladas a las consultas de los usuarios. Esto supone un cambio de paradigma en cómo encontramos información en la web y plantea importantes preguntas sobre el futuro del SEO (posicionamiento en buscadores) tal y como lo conocíamos.
El nuevo «Modo IA» aparece como una nueva sección prioritaria en la interfaz de Google Search, ofreciendo respuestas generadas por inteligencia artificial integradas en la búsqueda.
Todavía estamos explorando y tratando de entender qué es y cómo funciona técnicamente el Modo IA de Google, cómo transforma la experiencia de la búsqueda tradicional y qué impacto tiene en el SEO tradicional. Y no vamos a decir que no nos sorprenda, pero venir bien, tampoco nos viene bien a nadie. En fin.
Dicho esto, empecemos por entender la base de todo: ¿Qué es exactamente el Modo IA de Google?

Contenidos
¿Qué es el Modo IA de Google y cómo funciona?
Un poco de contexto
El Modo IA de Google es una nueva modalidad de búsqueda, introducida inicialmente como experimento en Search Labs, que emplea algoritmos de inteligencia artificial avanzados (basados en el modelo Gemini de Google) para mejorar las respuestas a consultas complejas.
A diferencia de la búsqueda tradicional, donde Google mostraba una lista de enlaces relevantes, el Modo IA genera directamente una respuesta elaborada, combinando información de múltiples fuentes. Para lograrlo utiliza una técnica denominada «ramificación de consultas» (en inglés, query fan-out): cuando formulamos una pregunta amplia o compuesta, Google descompone automáticamente la consulta en sub-consultas y las lanza en paralelo a través de distintos subtemas y fuentes de datos. Luego, con la ayuda de su modelo de IA, fusiona los resultados en una única respuesta coherente y detallada.
Esto permite brindar al usuario un resumen profundo de la información, respaldado por datos de la web en tiempo real (incluyendo contenido actualizado, Knowledge Graph e incluso información de productos). El sistema está integrado en el propio buscador de Google, de modo que conviven las capacidades de la IA con los sistemas de ranking y calidad tradicionales de Google. En esencia, Google ha creado un metabuscador interno impulsado por IA: el motor realiza por nosotros múltiples búsquedas y nos entrega la síntesis ya “masticada”.

Modo IA convierte a Google como asistente inteligente
Dicho en términos sencillos -si es que esto es posible-, el Modo IA convierte a Google en una especie de asistente inteligente dentro del buscador. Imagina que en lugar de tener que entrar en varios resultados para recopilar información, Google hace ese trabajo por ti: busca en varias páginas a la vez y te muestra una respuesta resumida. Por ejemplo, si preguntas “¿Cuál es la diferencia en las funciones de seguimiento del sueño entre un anillo inteligente, un smartwatch y una alfombrilla de monitorización?”, el sistema irá a buscar información sobre cada dispositivo por separado, comparará sus características y luego te dará un informe comparativo en una sola respuesta.
Todo esto ocurre en segundos. Además, el Modo IA no se limita al texto: es multimodal, lo que significa que entiende entradas de voz e imágenes. Por ejemplo, podrías tomar una foto de un producto o decirle algo por voz y la IA entenderá tu consulta visual o hablada para responderte. En resumen, para un usuario común esto se traduce en respuestas rápidas y completas sin tener que hacer clic en varios sitios. Google pasa de ser un “directorios de enlaces” a un consultor experto que directamente te da el conocimiento que buscas.
A donde vamos con el Modo IA de Google
Desde una perspectiva crítica, el Modo IA representa una evolución enorme en la forma de buscar, casi una pequeña revolución dentro de Google. Personalmente, lo veo como la respuesta de Google al auge de herramientas tipo ChatGPT: integra un chatbot inteligente directamente en el buscador.
Esto tiene un lado muy positivo para los usuarios, porque ahorra tiempo y simplifica obtener respuestas complejas. Estamos ante el mayor cambio en la búsqueda de Google en décadas, lo cual es emocionante tecnológicamente. Ahora bien, también es un movimiento arriesgado y disruptivo.

Google se ha atrevido a tocar su negocio principal (las búsquedas) incorporando IA generativa de manera profunda, algo que hasta hace poco dudaba en hacer. No parece que quepa la duda de que Google apuesta fuerte: quiere mantener su liderazgo innovando en vez de esperar a que otros (como OpenAI o Microsoft con Bing) le coman terreno.
Como profesionales, creemos que en la situación actual, este paso era necesario para la evolución de la búsqueda, pero también abre muchas incógnitas sobre la fiabilidad de las respuestas, la transparencia de las fuentes y cómo se verá afectado todo el ecosistema de la web y el contenido online. Lo exploraremos a continuación. SalSEO del bueno.
La transformación de la búsqueda tradicional
Un poco de cronología
El despliegue del Modo IA cambia la interfaz y flujo de la búsqueda en Google. En la práctica, Google ha añadido un modo dentro de los resultados: además de las clásicas secciones de “Todo”, “Imágenes”, “Noticias”, etc., ahora aparece “Vista previa con IA” como una opción destacada.

De hecho, en Estados Unidos Google ha anunciado que el Modo IA será la pestaña principal o predeterminada para muchos usuarios, integrándose de forma prominente en la experiencia de búsqueda. Esto significa que, para ciertas búsquedas, la primera vista que tendrá el usuario será la respuesta generada por la IA, con la posibilidad de hacer preguntas de seguimiento (es decir, continúa la interacción en modo chat) o consultar enlaces relacionados.
Cabe destacar que este modo inicialmente es opt-in (es decir, hay que activarlo) a través de Google Labs, y se ha ido habilitando gradualmente: primero a usuarios en EE. UU. y luego a otros mercados, con prioridad a suscriptores de Google One Premium. En Europa y en España, a principios de 2025 solo estaban disponibles las “Vistas previas de IA” (resúmenes generados pero sin chat) y se esperaba la llegada del Modo IA interactivo próximamente.
Tecnológicamente, la búsqueda tradicional y la de Modo IA comparten el mismo motor, pero el formato de salida es distinto: el Modo IA presenta un bloque con la respuesta sintetizada (a veces acompañado de imágenes, gráficos u otros elementos visuales generados automáticamente), mientras que debajo o en pestañas separadas quedan los resultados orgánicos habituales.
Si la IA no tiene alta confianza en la respuesta, Google puede optar por mostrar directamente resultados web tradicionales en su lugar. Es decir, el buscador “elige” dinámicamente entre darte la respuesta de IA o los enlaces de siempre, según lo que considere más útil y seguro.

El impacto del modo IA en el usuario
Para el usuario de a pie, la experiencia de búsqueda con el Modo IA es bastante distinta a la clásica. Antes, uno escribía algo en Google y tenía que leer títulos y descripciones, clicando en aquellos enlaces que parecían prometedores.
Ahora, con el Modo IA activado, Google te contesta directamente en lenguaje natural, casi como si le hubieras preguntado a un experto. Por ejemplo, puedes preguntar: “¿Cuál es la mejor estrategia de marketing digital para una pyme en 2025?” y en lugar de solo ver enlaces a blogs, recibirás un resumen con recomendaciones concretas, comparando varias tácticas, citando quizás estudios o tendencias relevantes, y todo ello en un formato conversacional.
La página de resultados (SERP) sigue teniendo los apartados de siempre (Imágenes, Vídeos, Noticias…), pero la sección del Modo IA es la que toma protagonismo visual.
De hecho, muchos usuarios ni siquiera tendrán la necesidad de desplazarse hacia abajo haciendo scroll: la respuesta de la IA aparece arriba del todo.
Además, la interacción es más dinámica: si la respuesta no te convence o quieres profundizar, puedes hacer clic en una pregunta de seguimiento o escribir tu propia pregunta adicional para que la IA refine o amplíe la información.

En cierto modo, es como si el buscador se volviera un chat donde puedes re-preguntar, pero no del todo. Y esto contrasta con la búsqueda tradicional, donde si no encontrabas lo que buscabas, tenías que reformular la búsqueda manualmente.
Otra diferencia es la integración multimedia: ahora podrás hablarle a Google o mostrarle una foto para que la IA te entienda, y la respuesta podría incluir imágenes o gráficos generados automáticamente para ilustrar el punto (por ejemplo, un gráfico comparando datos, o una imagen de ejemplo). Todo esto hace la experiencia más interactiva y rica para el usuario corriente, que obtiene información más completa sin tanto esfuerzo.
¿Esto era Necesario, Google?
Desde nuestro punto de vista, esta transformación de la búsqueda tiene pros y contras. Por un lado, la comodidad para el usuario es indudable: obtener respuestas directas ahorra tiempo y clics. Especialmente para consultas complejas o aquellas que implicaban visitar varias páginas, el Modo IA simplifica mucho las cosas. En España, donde ya hemos visto los primeros resúmenes de IA en acción, muchos usuarios los encuentran útiles porque les evitan tener que leer varias fuentes distintas.
Sin embargo, también somos escépticos sobre si esta forma de buscar reemplazará totalmente al modo tradicional. No todos los usuarios quieren un formato tipo chat para buscar; de hecho, el historial nos muestra algo interesante: otras pestañas especializadas de Google (como “Noticias” o “Vídeos”) nunca alcanzaron un uso masivo por sí solas, la mayoría sigue usando la búsqueda general. Incluso Bing, que incorporó un chat de IA parecido hace ya tiempo, no logró que la mayoría de la gente cambiara sus hábitos de búsqueda. Muchos seguimos prefiriendo escanear rápidamente una lista de resultados.
Por eso, creemos que a corto plazo la búsqueda tradicional convivirá con la generativa: habrá quien abrace el uso de la IA para todo, y quien solo la use en casos puntuales. Además, me preocupa la confianza en las respuestas de la IA. Sabemos que estos modelos, por avanzados que sean, cometen errores y pueden “alucinar” datos. Un estudio reciente de la BBC halló que más de la mitad de las noticias respondidas por IA (probando varios modelos, incluido el de Google) tenían problemas serios de precisión, sesgo o falta de contexto.

Como usuario, esto significa que quizás me esté perdiendo matices o, peor, puedo dar por buena una información incorrecta solo porque la ha dicho la IA con tono convincente. Esa “apariencia de veracidad” de las respuestas generadas es peligrosa, ya que mucha gente podría no verificar en fuentes adicionales.
En pocas palabras, todo es más fácil para el usuario. La nueva búsqueda es más cómoda, sí, pero tenemos que aprender a usarla con espíritu crítico (y de eso en este país, no vamos mal). Probablemente veremos a Google mejorar rápidamente en este aspecto –ya han indicado que están afinando la calidad factual con modelos más nuevos (por ejemplo, actualizando de Gemini 2.0 a 2.5 y futuros) y añadiendo más enlaces y referencias visuales para dar contexto–, pero por ahora la precaución del usuario sigue siendo clave.
Impacto del Modo IA en el SEO y la visibilidad de las webs
La llegada del Modo IA ha sacudido los cimientos del SEO porque altera la forma en que los usuarios interactúan con los resultados de búsqueda y, por tanto, cómo las páginas reciben tráfico.
Nostalgia SEO
Tradicionalmente, el posicionamiento SEO buscaba lograr que un resultado apareciese lo más arriba posible para cierto conjunto de palabras clave, con la esperanza de obtener clics. Pero ¿qué ocurre si Google responde a la consulta sin que el usuario deba hacer clic en ningún resultado?
Precisamente eso es lo que está empezando a pasar: las respuestas directas de la IA pueden satisfacer la necesidad de información en la propia página de Google, disminuyendo drásticamente el porcentaje de usuarios que hacen clic a sitios externos. De hecho, incluso antes del Modo IA completo, ya se observaba que más del 50% de las búsquedas de Google terminaban sin ningún clic (mucho debido a snippets, definiciones rápidas, el tiempo, calculadoras, etc.). Con el Modo IA, esta tendencia puede acentuarse.

Y en analítica… ¿qué?
Desde el punto de vista técnico de analítica, esto supone un desafío: inicialmente, el tráfico proveniente del Modo IA ni siquiera se registraba bien en las herramientas como Google Analytics o Search Console porque Google estaba abriendo los enlaces en modo “noreferrer” (sin indicar que provenían de la búsqueda).
Google ha indicado que está trabajando en solucionar este seguimiento de datos (añadiendo informes específicos de rendimiento del Modo IA en Search Console), pero está claro que la manera de medir el impacto SEO va a cambiar. Además del volumen de tráfico, también cambia la forma en que tu contenido puede ser mostrado: en lugar de un fragmento de tu página apareciendo como featured snippet, ahora podrías ser citado como parte de una respuesta de IA, con un enlace quizás debajo de la respuesta o al pasar el cursor por alguna frase. Google afirma que con el Modo IA quiere seguir “ayudando a la gente a descubrir contenido web”, incorporando enlaces útiles dentro de las respuestas.
Todo lo que sube, baja
Sin embargo, esos enlaces son menos prominentes y llamativos que antes: a veces aparecen como números referenciando fuentes, o en un carrusel de páginas relacionadas al final de la respuesta generada. Todo muy guay. #ironía.
El resultado neto (para brutos, nosotros como buenos vascos) es que, a nivel técnico, la visibilidad orgánica de las webs puede reducirse en muchas búsquedas informativas, aunque en las búsquedas donde la IA no “confía” o no puede componer una buena respuesta, los resultados clásicos seguirán ahí, compitiendo como siempre por la atención del usuario.
“Adaptarse al Modo IA de Google exige crear contenido profundo, estructurado y fiable, pensado tanto para humanos como para algoritmos: con buena arquitectura, datos verificables, señales de autoridad y formatos digeribles. La clave está en combinar calidad y experimentación constante para seguir siendo relevantes en un entorno SEO que, más que morir, evoluciona.”
ZeroMoment Marketing
Así estamos y así nos van a dejar, de momento
En términos para Dummies: para quienes gestionan páginas web y se preocupan por su tráfico, el Modo IA de Google supone que, en algunas búsquedas, Google se saltará el paso de visitar tu página. Es como si el buscador le diera al usuario la respuesta “prefabricada” que quizás tú cubriste en tu artículo, pero el usuario no tendrá necesidad de hacer clic en tu web porque ya obtuvo lo que quería.
Por ejemplo, si antes alguien buscaba “¿cómo quitar una mancha de vino tinto?” quizás hacía clic en el primer resultado (pongamos, un blog de trucos de limpieza). Ahora, con la IA, Google podría listar directamente los pasos o consejos principales para quitar la mancha, sacados de varias fuentes, sin que el usuario salga de Google.
IA mode de Google Vs Medios digitales
Para los dueños del blog, eso podría implicar menos visitantes llegando desde esa búsqueda, a pesar de que su contenido haya sido utilizado para construir la respuesta. En España, en el sector del SEO ya se escucha el run run de que incluso las primeras implementaciones de IA en las búsquedas han generado caídas de tráfico orgánico en sitios web, porque los usuarios resuelven sus dudas en la misma página de resultados. Algo que es de cajón de madera de pino.
Esto tiene mucha lógica: la gente generalmente quiere la información rápida y fácil, y si Google se la da sin fricción, ¿para qué salir? Desde el punto de vista del negocio de contenidos, menos clics significan menos oportunidades de mostrar publicidad, menos posibilidades de que el usuario se suscriba, compre algo o genere cualquier conversión en tu sitio.
Por eso muchas publicaciones digitales y agregaciones de noticias han alzado la voz:

¿Está Google usando su contenido para mantener a los usuarios dentro y robándoles tráfico?
Organizaciones como la News Media Alliance, que agrupa a medios importantes (NYT, CNN, The Guardian, etc.), han denunciado que el Modo IA de Google toma contenido de miles de medios sin compensación ni permiso, lo que merma sus ingresos por publicidad. Incluso en Europa se empieza a hablar de si esto podría violar derechos de autor o requerir nuevos acuerdos (recordemos que en España ya hubo disputas fuertes con Google News en el pasado por usar fragmentos de noticias).
IA mode de Google en el sector del SEO
Para el profesional de marketing o SEO, el cambio más palpable es: va a costar más conseguir tráfico orgánico, especialmente por búsquedas informativas generales. Los clics “gratis” desde Google serán menos y más disputados.
A título personal y profesional, consideramos que el SEO está lejos de morir, pero está evolucionando drásticamente a raíz del Modo IA. Hay cierto alarmismo en el sector (que se nos va la cabeza…), algunos incluso proclaman “el fin del SEO” cada vez que Google hace un cambio grande.
No creemos que el SEO desaparezca –al final Google sigue necesitando contenido de calidad en la web para poder dar buenas respuestas–, pero sí cambiarán las estrategias ganadoras. Por ejemplo, las tácticas clásicas de producir montones de artículos superficiales optimizados para una keyword pueden volverse inútiles: si ese contenido no aporta valor real, la IA de Google lo ignorará por completo.
En cambio, quienes produzcan contenido realmente útil, detallado y confiable tendrán más probabilidades de que Google los incluya como fuente en sus respuestas generativas. Es un cambio de enfoque: pasamos de optimizar para motores (keywords, backlinks, etc.) a optimizar para usuarios y IA a la vez – en el sentido de que tu contenido deba ser comprensible y valioso para una IA que “lee” miles de páginas.

El efecto secundario del AI Mode de Google
Un efecto secundario es que las marcas y sitios con mayor autoridad y reputación podrían afianzarse más: la IA tiende a fiarse de fuentes reconocidas para no arriesgarse a dar datos erróneos. Google mismo ha dicho que las páginas con autoridad seguirán dominando en este nuevo entorno. Esto puede preocupar a webs pequeñas, pero también es un incentivo para especializarse y destacar en calidad. También opino que tendremos que cambiar cómo medimos el éxito SEO.
El cambio de perspectiva tal vez llegue desde el tipo de tráfico adquirido. Puede que llegue menos tráfico bruto, pero podría ser más cualificado: es posible que sí quien clique en tu enlace tras una respuesta de IA, venga con intención de consumo o compra realmente mayor (porque decidió profundizar más en su investigación y está más maduro y cualificado como usuario). Google incluso argumenta que esos clics que vienen desde las vistas de IA están más “comprometidos” con el contenido, aunque habría que ver los resultados de estudios independientes para confirmarlo.
Toca currar, SEOs
En cualquier caso, los SEOs tendremos que mirar más allá de la simple métrica de visitas: quizá prestar atención a métricas de visibilidad de marca (si tu sitio es mencionado como referencia, por ejemplo), engagement de los usuarios que sí llegan, o incluso explorar formas de integración con las plataformas de Google (como ofrecer datos estructurados que la IA pueda usar correctamente).
Total, que el SEO no se acaba, se vuelve más complejo y orientado a demostrar excelencia de contenido y autoridad. Quien quiera mantenerse relevante deberá adaptarse, como desarrollaré en la siguiente sección.

Estrategias y recomendaciones para SEOs y creadores de contenido ante el Modo IA
A nivel técnico-estratégico, adaptarse al Modo IA significa ajustar la forma en que creamos y optimizamos contenido para alinearlo con lo que la IA de Google valora. De los indicios y declaraciones disponibles, sabemos que el Modo IA favorece contenido que sea profundo, estructurado y fiable.
¿Cómo se traduce eso en acciones concretas?
- Primero, conviene estructurar muy bien el contenido: usar secciones con subtítulos claros (H2, H3, H4) que aborden distintos subtemas relacionados a la consulta. Esto ayuda tanto al usuario humano como a la IA a entender y extraer por partes la información. Incluir bloques de preguntas frecuentes (FAQ) dentro de nuestros artículos también es útil, porque Google podría tomar directamente una pregunta de ahí y su respuesta para su resumen de IA.
- Segundo, es importante enriquecer el contenido con datos, ejemplos y evidencia. La IA tiende a “confiar” más en afirmaciones respaldadas por datos verificables o citas de fuentes expertas. Por tanto, añadir estadísticas relevantes, referencias a estudios serios o citas de expertos puede aumentar la probabilidad de que nuestro contenido sea seleccionado como base de una respuesta.
- Tercero, no debemos descuidar el SEO técnico y la autoridad: sitios bien estructurados, con buena velocidad, datos estructurados (markup) y sobre todo con enlaces entrantes de calidad seguirán teniendo ventaja. Google seguirá utilizando sus algoritmos de ranking y criterios E-E-A-T (Experiencia, Experiencia, Autoridad, Confiabilidad) para decidir qué fuentes son dignas de alimentar a la IA. De hecho, se aconseja reforzar la autoridad buscando menciones en medios reconocidos, colaborando con sitios confiables, y mostrando claramente quién está detrás del contenido (autores con credibilidad, páginas “Sobre nosotros”, etc.).
- Finalmente, hay que considerar nuevas posibles optimizaciones específicas para la IA: por ejemplo, formatear contenido con listas, tablas y gráficos cuando sea pertinente, porque la IA de Google valora la información fácil de digerir. Un listado de pasos claros, una tabla comparativa o un gráfico explicativo en tu página podrían ser extraídos tal cual para enriquecer una respuesta generada. En resumen técnico: debemos escribir pensando no solo en el usuario final, sino también en cómo un algoritmo lector resumirá nuestro contenido.

En la práctica, ¿qué deberían hacer los creadores de contenido y los SEO ante esta nueva realidad? Aquí van algunas recomendaciones claras y simples:
- Crear contenido de alta calidad y profundo:
Ya no vale publicar artículos de 300 palabras superficiales solo para “estar ahí”. Es mejor tener la mejor guía o artículo sobre un tema, que cubra todos los ángulos. Por ejemplo, si tienes un blog de viajes y hablas sobre “mejor época para viajar a América Latina”, en lugar de un párrafo genérico, escribe una guía detallada país por país, con datos de clima, festividades, precios, etc. La IA de Google premiará ese esfuerzo incluyendo más de tu información en sus respuestas, frente a un artículo pobre que ni mencionará. - Estructurar y formatear bien el texto:
Usa subtítulos claros, listas con viñetas o numeradas, y resúmenes. Por ejemplo, en un artículo extenso, incluye al inicio un breve resumen o puntos clave. Esto ayuda a Google a extraer los puntos importantes. Si haces una lista (“Top 10 consejos para…”) ponla con numeración o viñetas – es más probable que la IA la respete y la muestre tal cual. También, si corresponde, incluye tablas o infografías sencillas con datos; Google ha demostrado que su IA puede hasta generar gráficos automáticamente, así que puede aprovechar los datos que presentes. - Demostrar autoridad y confianza:
Esto significa, por un lado, obtener referencias externas – por ejemplo, conseguir enlaces desde webs reconocidas o menciones en redes profesionales. Pero también significa mostrar en tu propio sitio por qué deberían confiar en ti: incluye el autor de cada artículo con su bio (y ojalá sea alguien con experiencia en el tema), muestra fuentes de donde sacas la información, enlaza a estudios o páginas oficiales. Si Google “ve” que tu contenido está bien referenciado y que proviene de alguien con conocimiento, es más probable que lo utilice su Modo IA. En España, por ejemplo, si tienes una web de salud, sería importante citar al Ministerio de Sanidad o a revistas médicas, lo cual podría hacer que la IA te seleccione como fuente fiable frente a sitios sin referencias. - Experimentar y seguir de cerca los resultados:
No hay una fórmula mágica (y desconfiemos de quien la prometa). Lo ideal es que hagas pruebas. Por ejemplo, si notas que cierto contenido tuyo ha perdido tráfico, busca esa temática en el Modo IA (si tienes acceso o mediante alguien que lo tenga) para ver cómo la IA está respondiendo.
¿Aparece alguna frase reconocible de tu página? ¿O quizá tu competidor está siendo citado y tú no?

Esto puede darte pistas: tal vez tu contenido se quedó corto o está desactualizado en comparación. También prueba nuevos formatos: hay quien experimenta con microdatos y esquemas (schema) para ver si ayudan a la IA a entender mejor el contenido, aunque Google no ha dado detalles de que use schema en la IA, no perdemos nada optimizando como siempre para rich snippets tradicionales.
- No olvidarse del usuario humano:
Es fácil obsesionarse con “¿cómo me lee la IA?”. Pero al final, quien compra, se suscribe o comparte tu contenido es una persona. Así que tu contenido debe seguir siendo atractivo y útil para humanos. La IA de Google, al fin y al cabo, toma mucho en cuenta señales de que a los usuarios les gusta tu página (tiempo en el sitio, enlaces naturales, etc.). Enfócate en resolver problemas reales de tu audiencia mejor que nadie. Si logras eso, estarás bien posicionado tanto si el intermediario es la búsqueda tradicional como si es una IA.
Los profesionales del SEO y creadores de contenido tal vez debamos abrazar el cambio con mente abierta, pero sin pánico.
Cada vez que Google ha introducido novedades (piensa en los rich snippets, el gráfico de conocimiento, las búsquedas por voz…), se ha dicho que el SEO iba a morir, y al final lo que pasó es que evolucionó. Con el Modo IA pasará lo mismo. Sí, será un entorno más desafiante y competitivo, donde solo destacar á realmente el contenido que aporte valor superior.
Pero eso, visto positivamente, depura el ecosistema: menos contenido de relleno, más contenido útil. Como creador, tal vez sea mejor centrarse en la calidad y en la experimentación:
- Calidad, porque ahora más que nunca necesitas ser la fuente que la IA elija (y aunque el usuario no haga clic, tu marca puede aparecer citada, lo cual mantiene relevancia).
- Experimentación, porque estamos en terreno nuevo: toca medir qué funciona, compartir hallazgos en la comunidad SEO, y aprender rápido.
Puede ser interesante no poner todos los huevos en la cesta de Google (que es una canasta con huevos bien gordos).

Tratar de diversificar los canales de tráfico si es posible (redes sociales, newsletters, otros buscadores verticales…) y entrar en la dinámica de democratizar el tráfico por distintos canales. Porque al final, que Google cambie sus reglas duele menos si uno no depende al 100% de él. Para muchos sitios webs estatales, Google supone el 80-90% del tráfico; eso es un riesgo en sí mismo.
En cuanto a los medios y creadores de contenido en España, toca organizarse y dialogar con Google para buscar soluciones equilibradas. Ya se oyen propuestas de que Google podría, por ejemplo, ofrecer acuerdos de licenciamiento de contenido para entrenamiento de IA o para mostrar cierto contenido de medios en las respuestas (similar a lo que pasó con Google News).
Veremos cómo evoluciona ese frente legal y de negocio. Mientras tanto, nostros a nuestro rollo. Pragmatismo estoico:
- seguir creando el mejor contenido posible
- marcar claramente nuestra autoría y fuentes,
- innovar en cómo presentamos la información para que tanto las personas como las máquinas la encuentren útil.
Casi nada, ¿eh?
Perspectivas futuras
El Modo IA de Google marca un antes y un después tanto en la tecnología de búsqueda como en las tácticas de SEO.
Tecnológicamente, hemos pasado de un Google que respondía con una lista ordenada de enlaces, a un Google que entiende preguntas complejas y genera respuestas por sí mismo apoyándose en la IA. Esta integración profunda de modelos de lenguaje (como Gemini) con las infraestructuras de búsqueda tradicionales señala la dirección de futuro: buscadores más inteligentes, capaces de razonar y conectar información de múltiples fuentes al instante.

En el horizonte se vislumbran mejoras (muy poético pero muy cierto), como modelos de IA aún más potentes (Gemini 3.0 y superiores), mayor multimodalidad (quizá respuestas que incluyan videos, gráficos interactivos o elementos de realidad aumentada directamente en la búsqueda) y una búsqueda más personalizada.
Google ya ha insinuado funciones de contexto personal, donde la IA podría cruzar lo que sabe de ti -huid insensatos- a través de tus correos, tus reservas en Gmail, etc., para afinar resultados Es decir: imaginemos que buscas “restaurante romántico para aniversario” y la IA sabe qué cocinas te gustan por tus reseñas pasadas y te recomienda justo lo que encaja contigo. Son avances bastante flipantes, pero técnicamente complejos y que entendemos que poco a poco deberán equilibrarlo con las políticas de privacidad. Y si eres un valiente, pues comparte todo y disfruta del Googleviaje en todo su esplendor.
Dejándonos de tonterías, y mirando al futuro de forma sencilla: es muy probable que buscar en Internet nunca vuelva a ser lo mismo que fue en los últimos 20 años. Parece que nos encaminamos a una experiencia donde Google (y otros buscadores, si siguen el paso) serán más proactivos y conversacionales.
Puede que en unos años, cuando le hagas una pregunta a Google, obtengas no solo texto, sino quizás una respuesta que combine un vídeo corto explicándote algo, un gráfico con datos importantes y un par de enlaces para “saber más”, todo generado y montado al vuelo para ti. También veremos integraciones más profundas con tareas: por ejemplo, si buscas un producto en Modo IA, quizá la propia respuesta te permita compararlo con otros y hasta comprarlo sin salir del buscador.

En España y el mundo hispano, es de esperar que estas funciones lleguen con algo de retraso respecto al mercado anglosajón, pero seguramente llegarán. Y cuando lo hagan, la gente común tal vez ni se dé cuenta de lo complejo que es todo por detrás: simplemente disfrutarán de un Google que responde mejor. Eso sí, habrá que acostumbrarse a verificar la información importante -no te fies ni de tu madre-.
Puede que en el futuro cercano Google logre que su IA cometa menos errores, pero aun así siempre será sano tener pensamiento crítico.
Para finalizar, nuestra visión personal es que estamos ante un momento apasionante y desafiante a la vez. De hecho, nostros estamos agotados del ritmo al que va todo. Un poquito de por favor, Google.
Como usuarios, nos entusiasma (por decir algo eh; tampoco perdemos el sueño) pensar en tener un Google más inteligente que me ahorre tiempo y me permita profundizar cuando yo quiera.
Como profesionales de SEO/marketing, admitimos sin tapujos que da vértigo pensar en los cambios: habrá que reinventar muchas estrategias y posiblemente ver cómo algunas páginas que antes dependían de Google tienen que transformarse o perecer. Sin embargo, confío en la capacidad de adaptación del sector.
El SEO siempre ha sido un campo de cambios constantes, casi camaleónico (nosotros tenemos piel de piedra, de escamas, plumas y creo que alguno también es impermeable nivel Goretex ).
Al final, la constante es que la intención del usuario manda: si millones de personas encuentran valioso el Modo IA, este se asentará; si por el contrario prefieren seguir explorando por su cuenta, Google también ajustará el rumbo (al fin y al cabo, su objetivo es que sigamos usando su buscador).
En el contexto del spanish-people, puede que tengamos la ventaja de aprender de lo que ocurra primero en inglés y otros mercados, para cuando llegue de lleno aquí. Esto nos lleva a la recomendación final para empresas, creadores y SEO en España es mantenerse informados, probar las nuevas funciones en cuanto estén disponibles y no tener miedo a cambiar de estrategia.
El algoritmo puede cambiar, las herramientas evolucionan, pero la esencia sigue: ofrecer valor a tu audiencia. Si logramos eso, encontraremos la manera de prosperar incluso con un Google “modo IA”.
Por lo tanto, si algo es El Modo IA, es un cambio de las reglas del juego. Pero no es el fin del juego. Es hora de actualizar las reglas, aprender nuevas tácticas y seguir jugando en este apasionante campo de la búsqueda y el SEO. Y como nuestra actitud sea la de “pues me pico y no juego”, vamos mal. Estoicismo al poder en tiempos de cambio 😉