El contenido es el rey. Estamos casi seguros de que has escuchado esta frase en alguna ocasión. Si no es así memorízala porque, además de ser una frase muy usada, es totalmente cierta. Google indexa y posteriormente rankea tu página en base a la afinidad existente entre la búsqueda realizada y contenido de tu web. En el proceso de aumentar la visibilidad de tu producto o servicio, el marketing de contenidos debe jugar un papel fundamental en tu estrategia de marketing digital junto al diseño web y al posicionamiento SEO.
Desde Google han publicado, a lo largo de los años, infinidad de recursos. Un buen ejemplo es un post del blog para webmasters de abril de 2011 en el que dejaban clara su intención de conseguir una mayor calidad en los resultados de búsqueda para sus usuarios. Más recientemente, en octubre de 2019, publicaron una guía explicando cómo se actualiza la búsqueda de Google en la que versaban sobre las actualizaciones de algoritmo y hacían hincapié en la necesidad de centrarse en el contenido. En estos textos y en muchos otros, Google nos anima a redactar nuestros contenidos teniendo a los usuarios, y no a los robots, en mente.
En cada publicación que Google ha compartido hablando sobre las búsquedas de su motor y de la calidad de las mismas, han dejado muy claro que pretenden evitar prácticas orientadas únicamente al posicionamiento SEO. Estos contenidos, claramente orientados a generar tráfico orgánico gracias al posicionamiento de keywords, están en el punto de mira de Google, quien pretende premiar el contenido redactado, de nuevo, con el usuario en mente, y que tenga una clara intención de proporcionar contenido de calidad.
Por tanto, el marketing de contenidos consiste en crear contenido original y de calidad para tu web o redes sociales, con el fin de ayudarte a ganar visibilidad creando contenidos que de manera no invasiva, sean descubiertos por los diferentes segmentos de tu público objetivo, para atraerlos, enamorarlos y finalmente, convertirlos en clientes. Esta estrategia de atracción de posibles clientes a través de contenidos atractivos publicados en una variedad de canales, aumenta las oportunidades de conversión. Además, ayuda a minimizar el esfuerzo u obligación de toda empresa de tener que comercializar de manera agresiva sus productos y/o servicios.
La ausencia o el erróneo planteamiento de publicaciones y gestión de tus contenidos, puede llevar a desvirtuar los valores de tu marca. Relacionar valores con la marca es lo suficientemente laborioso como para que no echemos por tierra ese trabajo, publicando en nuestros canales de difusión, sin ton ni son.
Saber qué transmitir a tu público objetivo es primordial hoy día. Hay que recordar que hablamos con personas, no con un segmento de población. Inevitablemente, una buena definición del target al que te diriges te dará mejores resultados que la ausencia de la misma. Esta es la base sobre la que trabajar nuestros contenidos. La clave está en la manera en la que nos dirigimos a ellos: el tono, la recurrencia y los temas tratados, son el matiz diferenciador.
Una línea editorial ayuda a cuidar estos matices. Es la que define el rumbo que va a tomar nuestra marca a la hora de difundir contenido propio o interactuar con el entorno social. Una pirámide de contenidos sobre la que apoyar la estrategia te ayudará en esta labor:
¿No sabes de qué hablar con tu público?
Es probablemente que tu producto o servicio sea de los más competitivos, pero eso no garantiza su correcto posicionamiento en el mercado. Si no hay visitas, no hay visibilidad.
Para elegir los canales adecuados es indispensable conocer los hábitos de uso de tu target en los mismos. Es preferible invertir tiempo en desentrañar dónde consumen su tiempo digital pues estos datos te ayudarán a optimizar los esfuerzos en publicidad.
Para eso nos hace falta contexto sobre el «territorio». Considerar el sector como un escenario completo ayuda a diferenciar a la competencia directa de posibles aliados. La diversidad de canales del marketing digital complica el escenario, dada la cantidad de redes sociales que existen. Discernir en qué red social se encuentra tu público objetivo y tu competencia es clave para optimizar el rendimiento de tu producto.
Pero no lo puedes basar todo en datos externos. Poniendo en marcha los canales elegidos dentro de una estrategia, diferenciarás los adecuados.
¿Quieres discernir cual es la madurez de compra de tu público?
Una elección adecuada de canales en los que difundir los esfuerzos dedicados al marketing de contenidos y unas buenas publicaciones, de poco sirven sin entender el concepto tiempo/oportunidad. Por definición una estrategia es planificación. Con lo que cuesta crear contenido original, atractivo e impactante, una mala gestión de las fechas de publicación puede hacer que dicho contenido no de los resultados esperados. Esto puede derivar en una descontextualización de lo publicado e incluso crear una crisis de reputación.
Los calendarios editoriales eficaces sirven para controlar qué, cómo y cuándo publicar. Ayudan a tener una perspectiva individual y colectiva de los canales, dentro del conjunto de la estrategia, obteniendo un contexto de las publicaciones que evitan errores de solapamiento u orden de lanzamiento de las publicaciones.
Así mismo, los paneles de control de proyectos son aquellos calendarios que aúnan tareas, responsables de su realización, fechas de entrega, requisitos, indicadores de progreso y objetivos alcanzados. Son indispensables para un buen control de la estrategia de marketing.
¿Quieres calendarizar tu estrategia y tomar control sobre la misma?
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